
" La suerte está en tu mente; si crees que tienes mala suerte la tendrás, si crees que tienes buena suerte eso mismo atraerás "
Duelo
¿Qué es el duelo?
Cuando hablamos de duelo nos referimos a los pensamientos, acciones y sentimientos que aparecen como consecuencia a la anticipación o pérdida de una persona o ser amado. El duelo es “normal” e incluso contribuye positivamente en el crecimiento personal; su función es restablecer el equilibrio roto tras la pérdida. Para ello habrá que aceptar la realidad, sufrir pena y dolor, ajustarse al medio sin el desaparecido, recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo.
¿Cómo superar el duelo?
La intervención que realizo para ayudar a superar el duelo consta de los siguientes objetivos:
- Aceptar la realidad de la pérdida
- Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida: evitar bloquear sentimientos y negar sufrimiento.
- Adaptarse al medio sin el fallecido: desarrollar nuevas habilidades, asumir roles y buscar significado y sentido a la propia vida.
- Recolocar emocionalmente al ser querido fallecido y continuar viviendo sin renunciar al fallecido.
Las fases del duelo
En ocasiones, a la hora de hablar del duelo, se suele hacer referencia a las fases que forman el proceso de duelo; no obstante, es importante tener en cuenta que las fases del duelo no son algo universal. No todas las personas atraviesan todas las fases, ni las atraviesan en el mismo orden. Teniendo esto en cuenta, las fases del duelo son:
- Desconcierto y embotamiento: caracterizada por el sentimiento de irrealidad (por ejemplo “no puede ser cierto”). Es muy común y puede durar horas o unos pocos días.
- Anhelo y búsqueda de la pérdida: existiendo episodios de intensa añoranza del fallecido con tendencia a llorar fuertemente, además de ansiedad y tensión. Rabia, autorreproche y aturdimiento.
- Desorganización y desesperación: aparecen largos períodos de apatía y desesperación.
- Reorganización y recuperación: se restablecen los apetitos y se recupera el peso perdido. No existe un punto final del duelo, pero podremos deducir que éste ha concluido cuando el dolor intenso es sustituido por el recuerdo afectuoso y tranquilo del pasado.